jueves, 4 de octubre de 2018

XXVII. Metáfora de la luna


El manual de instrucciones del nos estamos conociendo indicaba que ahora debía esperar. Al menos un par de días. Convenía evaluar el tráfico de likes, asimilar el efecto del último encuentro, calcular cuántas veces pensaba en él durante el día. Revisar el grado de respuesta. En definitiva, medir el impacto.
Foto: IG @raichijk_daniel
Nada de eso tenía en la cabeza cuando se puso a escribirle una invitación descarada para que volvieran a encontrarse. Pero justo antes de mandar el mensaje se acordó del instructivo ese y del último consejo de su psicóloga, evitá quedar expuesta. Así que decidió esperar. Uno, dos minutos. Tres. Diez. Qué era esa sobreactuación de indiferencia. Ella no era así. Trazar una estrategia para simular que no te gusta el chico que te gusta. Todo raro. ¿Y sus ganas?
Divagaba sobre cuestiones cuando el semáforo se puso en rojo. Las luces de la noche se alinearon en una metáfora perfecta: era la prohibición o la luna.
Se puso a pedalear con determinación hasta aquel edificio en el que había estado hacía unas horas. Ató la bici en el arbolito, se sacó el casco y sin pensar demasiado tocó el 3ro D.

Valeria Sampedro
#Microhistoriasdeamor

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