lunes, 22 de diciembre de 2014

¡Qué te pasa Facebook!

Ya veníamos alienados con tanta socialización desparramada por las redes. El afán de tener un millón de amigos virtuales, que todos pongan me gusta a cualquier pavada que se te ocurre compartir, la ventilación de lo doméstico como si a alguien le interesara que estás haciendo cola en un supermercado o que el aire acondicionado no funciona -me estoy tomando un café, el verdulero me vendió un kiwi pasado, buen lunes, y lo más detestable de todo: la proliferación del ingenio en 140 caracteres. Habría que expulsar de Twitter a esos geniecillos virtuales. Sabelotodos.


Cuánta responsabilidad tiene Facebook de esta SecondLife en la que casi todos terminamos metidos. Pionero de la autoindulgencia que habilita sólo pulgares para arriba y nos permite, ante el primer comentario crítico, silenciar a ese sujeto para siempre.

Como si no les alcanzara tener un tentáculo puesto en la ventana de nuestra pequeña vida, resulta que ahora el Face te avisa cuando no estás alcanzando el estándar de una foto publicable.

¡¿Perdón!!? Si, si, que los cráneos de FB están a full desarrollando una herramienta que va a escanear tu imagen para decidir si te favorece la selfie que acabas de sacar o va a incinerarte el perfil. Algo así como evitarte el mal trago de un ´no me gusta´.

El sistema combina tecnologías de inteligencia artificial que permiten distinguir cuándo las imágenes nos hacen “quedar bien” ante la cada vez más importante mirada de los otros. Y atenti, porque en caso de que no respetes el canon fb la máquina te preguntará, mirándote directo a los ojos: “¿Estás realmente seguro de que quieres que tu jefe y tu mamá vean esto?”. Cuando creías que ya estabas bien de terapia, llega feisbuc para recordarte que Él es tu nuevo SuperYo.

No voy a hacer ahora un alegato sobre arquetipos de belleza y parámetros de aceptabilidad del comportamiento social. Aunque sería bien interesante poder discutir con esta gente qué variables cargan en su computadora madre.

Punto aparte y una indignación postergada que viene a cuento de esta peligrosa arbitrariedad de la red social de las Caras y caretas. Hace menos de un mes denuncié a unos pedófilos que publicaban y compartían fotos de adolescentes sub-18 en poses al mejor estilo contratapa del diario Popular. Pibitas en tanga jugando a la bebota sexie. No mucho más, nada menos. Y una sucesión de epígrafes y comentarios  repulsivos. Sin embargo, la respuesta  de Facebook llego unos días después rechazando mi petición. No consideraban que dicha página violara las normas comunitarias de Facebook. Un par de semanas más tarde me borraban del perfil la vagina clausurada con cierre que ilustraba mi nota criticando la campaña Macrisida. Por pornográfica.

Ese es el umbral de lo publicable para Facebook. Mejor, ir por la vereda de enfrente.

Valeria Sampedro.


martes, 16 de diciembre de 2014

Pequeñas esclavas // el flagelo del matrimonio infantil y una muestra en el Museo de Arte Decorativo

Imaginate una nena de seis o siete años. Una nena cualquiera, no importa. Todavía con dientes de leche, aprendiendo a leer, jugando a las muñecas, a la pelota, a lo que sea pero jugando. Imaginate ahora a esa nena en medio de una celebración que le resulta completamente extraña y a un tipo que viene y le dice que a partir de ese momento ella es su esposa.

Debitu, Ghulam, Destaye, Sidaba, Galiyaah, Rajani, Jarita y Nujood son nenas-señoras casadas por la fuerza cuando todavía no habían aprendido ni a jugar a la mamá. Hay de nueve y también de catorce, hay de diecisiete. “Siempre que lo veía me escondía, odiaba verlo” dice Theani (8) sin que haga falta describir su mirada mientras recuerda los primeros días de su matrimonio con Majed, con quien se casó cuando tenía seis años (y el 25).

El riesgo de las aberraciones es que adormecen la capacidad de espanto. La palabra “flagelo” te tira a la mierda cualquier posibilidad de conectarte con ese drama y lo reduce a la categoría de fenómeno documental. Pero ahí  están las 34 fotografías gigantes, dos videos con el testimonio de las chicas y un puñado de datos que con suerte servirán para tener un tema de conversación más profundo en la sobremesa:
-El matrimonio infantil afecta a 1 de cada 3 niñas en los países del Africa subsahariana y Asia meridional.
-Se calcula que unas 40 mil niñas son obligadas a contraer matrimonio cada día
-Si continúa esta práctica, en las próximas dos décadas (hacia el año 2030) se habrán consumado 130 millones de matrimonios  infantiles.

"Demasiado joven para casarse" se llama la exposición que inauguró hace unos días el Museo de Arte Decorativo. La fotógrafa estadounidense Stephanie Sinclair llegó a Afganistán como periodista durante la ocupación del gobierno norteamericano en ese territorio tras el ataque a las Torres Gemelas en 2001; se topó con esta realidad y empezó a retratarla. Estuvo en Nepal, Etiopía, India, Tanzania y llegó hasta Guatemala, donde también está naturalizada la esclavitud de las niñas disfrazada de matrimonio.


Av. Del Libertador 1902, martes a sábado, de 14 a 19, durante el mes de enero y de martes a domingo, en febrero.

Valeria Sampedro.


P.d: Si esta nota te intereso, busca la de Mutilación genital femenina (más abajo en este blog)

viernes, 5 de diciembre de 2014

Mi militancia por un par de tetas (o ser Kate Moss)

Hay que tener la autoestima bien colocada para salir a la calle sin corpiño cuando medis magros 85 cm de contorno superior (y tu cintura pelea por no exceder los 70). Burlarse del push-up no es para cualquiera. No alcanza con la mirada altiva y el andar seguro; es necesario persignarse y  jurar que nunca, NUNCA, vas a caer en la tentación de una cirugía estética. Eso, o envidiar a Karina Jelinek y contratar un personal trainer que te garantice llegar al verano, por lo menos, con un “bikini bridge”.

Acá es donde aparece mi perorata feminista contra los parámetros de belleza que impone la dictadura de la moda, esos esqueletitos subidos a la pasarela y el puñado de nerds tecnológicos que convirtieron al photoshop en el arma de destrucción masiva de este siglo.

Toda esta indignación, por la infeliz idea que tuvo un boliche de Rio Negro (“Híbrido”) de hacer una gran fiesta de fin de año donde la atracción principal es rifar entre las adolescentes que vayan ¡un par de tetas!; “Sorteo de Lolas” dice la tarjeta de invitación que tiene fecha para el 13 de diciembre y de yapa un viaje a Carlos Paz. Insólito y aterrador.

Con el escándalo ya en boca de todos, el organizador del evento salió a promocionar un espectacular show de luces y sonido que tienen preparado. Y minimizó el exabrupto cosificador: "es un anzuelo. No nos metemos ni con los implantes ni con la operación. Sólo entregamos el valor que demanda la operación" dijo circunspecto Angel Mora.

Por supuesto que distintas agrupaciones de mujeres pusieron el grito en el cielo y el Inadi hizo su repudio. "Estamos ante un caso de violencia simbólica. El mensaje de un cuerpo femenino que debe ajustarse a determinados parámetros estéticos es tan riesgoso como violento... hay una banalización del riesgo ya que no se puede sortear un implante mamario como si fuera un electrodoméstico" dijo Julio Accavallo, delegado rionegrino del INADI. Por ahora la cosa no fue mucho más allá y la boobies-party sigue en plena promoción mediática mientras aseguran haber dado de baja la iniciativa.

Lo que me aflige soberanamente, fuera de la provocación del boliche, que aprobó con un sobresaliente la lección Wanda, es que un par de tetas les funcione a esta altura como premio mayor. Y que mientras tanto nuestra durísima lucha antipatriarcal sigua cosechando aplazos.

Valeria Sampedro.