Quizás ser puta no sea
el problema. Quizás haya algo que está mal con el sistema que te dice qué
revista tenés que leer y te dice qué ponerte y qué comer. Y te dice cuántas
veces, cómo y cuándo hay que coger.
Párpados de purpurina, uñas despintadas tocando
con fruición el ukelele. Es Vicu, Vicu Villanueva con sus mechas de un color
distinto cada vez, que te mira con ojos chispeantes desde el otro lado de la
pantalla. Ella desafinándote en la cara su feminismo trash adolescente.
La piba
youtuber, de incipientes 21 años, se abrió camino en el mundillo virtual -donde
todos tienen algo que decir- con un cancionero contra los estereotipos y el
patriarcado que acumula decenas de miles de visitas.
Veo un afiche de lencería, la imagen es de una
preadolescente en tanga, rubia y ligeramente desnutrida. No tiene celulitis,
tampoco tiene estrías, ni granos... Gracias a este concepto nos rodean los
esqueletos, que padecen de complejos y anorexias.
Vicu se la
agarra también contra el mundo Disney (¿revisionismo animado? Algo así). En una
de sus canciones advierte que la Bella Durmiente nunca dijo que sí al presunto
amado; que la Sirenita renuncia a todo y hasta enmudece para conquistar a su
príncipe azul. Y que, todo bien con Blancanieves, pero la ponían a lavar y
cocinar para siete tipos.
Hay más.
Acaso el hit sea “Feminazi” un intento osado de la piba youtuber de ponerse en
la piel de esos machos que no entienden nada, NADA, de nuestra lucha.
Me tienen cansada estas feministas
que se hacen las rebeldes y al final son re minitas
no me cierra que seas feminista y después
tengas ganas de casarte y tener hijos, depilarte las axilas
que te expreses me incomoda, me incomoda, me incomoda
si vas a abrir la boca, mamita, que sea para tragártela toda toda TODA.
Valeria Sampedro.