Se cruzaron por única vez en aquel aeropuerto desbordado y
sellaron un pacto sin palabras. Si iba a ser un amor al paso, mejor no saber
nada del otro.
El temporal
había obligado a cancelar todos los vuelos. En medio del gentío ellos
dos se tocaron sin querer; y sintieron una descarga.
Foto: IG @raichijk_daniel |
Difícil
resistir la alienación del cuerpo cuando queda sacudido por otra piel. Las
valijas estaban ya despachadas, no tenían nada que perder.
Terminaron
desnudos y exhaustos en una cama alquilada al costado de la ruta, que le
facturarían después a la aerolínea. No debía quedar rastro alguno de
aquel big bang.
Volvieron
al aeropuerto en silencio. Un poco perplejos por el compás perfecto que
había alcanzado el encuentro anónimo. Cómo podía él saber los tiempos, la
manera en que a ella le gustaba que la acariciaran. Cómo ella adivinó que él se
desarmaba de placer cuando lo besaban justo ahí. Y lo rica que era. Y lo bien
que él se movía.
Se
despidieron con un beso en la mejilla y fueron arrastrados por el mar de gente
que unas horas antes los había encontrado. Ni los nombres llegaron a decirse.
Valeria Sampedro.
#microhistoriasdeamor
Hermoso!!!
ResponderEliminarMe dan ganas de enamorarme... A veces pienso que se me pasó el último vagón..
ResponderEliminar