martes, 10 de julio de 2018

XIII. El decorador


Cuando le pasaron el contacto por wapp ni reparó en el bombón que ahora estaba a punto de tocar el timbre. Simplemente acordó un horario y se puso a armar la lista de cosas que le faltaban para equipar su flamante departamento.

Estaba entusiasmada con la idea de tener un hogar a su medida y por primera vez iba a permitirse pagar a alguien que la asesorara. Basta de cachivacheríos, la silla regalada, el mueblecito de la abuela, la lámpara de oferta, el tapiz de un ex. Empoderarse también era contratar un decorador.

Ph. IG: @raichijk_daniel
Cuando se anunció en el portero eléctrico su voz resonó en el auricular como venida de una caverna. A ella le pareció más gruesa de lo que esperaba; a decir verdad, más varonil. Un minuto después lo miraba incrédula entrar a su casa, los ojos más lindos del planeta, el sobretodo puesto y un metro en la mano.

Ella en medias, una remera vieja, el jean mas rotoso que tenía y su vincha de entrecasa. Daba muy desaliñada pero sabía que estaba sexie así que se tranquilizó.

Recorrieron el departamento, midieron todo lo que había que medir, sonrieron lo suficiente y, cuando ya no quedaba nada por hacer, ella le dijo tengo un par de cervezas en el freezer, ¿querés?


Valeria Sampedro.
#microhistoriasdeamor

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